sábado, 13 de febrero de 2010

I am the captain of my soul

Aunque parece que ha tenido algunas interpretaciones indeseadas, este poema que sirvió de inspiración a Nelson Mandela en su prisión y que da título a la película de Clint Eastwood, ha sido para mí un descubrimiento impresionante, por no decir lo mejor de la cinta.


INVICTUS

Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma


William Ernest Henley

1 comentario:

  1. Impresionante. Que placer disfrutar de ese filme. Que artista Clint Eastwood, que maestro! No podría encontrar mejor poema, y utilizarlo de mejor modo. Llega a lo más profundo. Conmociona.

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