sábado, 14 de abril de 2012

Viva la República

El padre de un amigo mío se vio involucrado en un accidente de tráfico en el que atropelló a un hombre, nunca pudo superar el trauma y jamás volvió a coger el volante del coche. Lo entiendo perfectamente. Lo que no entiendo es el caso de un joven de buena familia que, enredando con un arma, provocó un accidente y mató a su hermano pequeño y que, sin embargo, parece que superó rápidamente la desgracia pues aquélla no le ha impedido mantener su afición a la caza toda su vida. Ahora, ya mayorcito y con un buen empleo, nos hemos enterado de que en sus ratos libres, esos en los que no puede dormir porque el paro juvenil de sus “plebeyos” le quita el sueño, se va a Bostwana a ¡MATAR ELEFANTES! ¿Pero está permitida la caza de elefantes? ¿No la habían prohibido? ¿O con dinero no hay prohibición que se ponga por delante?

En cualquier caso, hemos conocido el asunto de golpe y porrazo tal y como he leído en uno de los cientos de ingeniosos comentarios en twitter y también nos informan de que su modélica familia, la que tiene como función principal representarnos en el mundo mundial, no tiene tiempo para acercarse al hospital donde rápidamente ha sido trasladado (supongo que a costa de todos los españolitos) y lo han operado. Su esposa está en Grecia celebrando la Pascua ortodoxa (¿no se había convertido?); su hija mayor no puede, pero no porque esté acompañando a su hijo menor y nieto mayor del otro en su convalecencia, fruto de (mire usted) otro accidente con armas de fuego, sino porque tenía obligación de presidir un rastrillo benéfico de gente rica; su otra hija está un poquito lejos para venir corriendo y además no está claro si la visita es deseable y el hijo menor y heredero debe andar ocupado (igual está en otro viaje privado y no nos hemos enterado).

En resumen, mucha sangre azulada, mucho glamour, mucha imagen… y mucha miseria vital. Y dadas las circunstancias y la fecha en las que se producen, el cuerpo me pide gritar: ¡Viva la República!

Por si alguien tiene ganas de vomitar, he encontrado unas imágenes de lo que es una cacería de elefantes: