miércoles, 24 de junio de 2009

Ventana a patio interior II


FUEGO LIBERADOR


¡Cuánto pesan cuatro papeles!

¡Cuánto lastre pueden llegar a dejar las palabras,

las miradas, los gestos, los silencios, …


Por eso, ayer, cuando los vi arder en la pira de San Juan

mi espalda se sintió aliviada,

liberada de un peso insoportable.


Me he despertado ligera,

feliz, descargada, …


¿Podré mantenerme en este estado hasta el próximo solsticio?

Ese fue mi tácito deseo frente al calor de la hoguera.


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