viernes, 15 de octubre de 2010

Una nariz para Aisha


Aisha ha podido escapar del infierno, ha encontrado una mano tendida. Su cara ha podido reconstruirse, ¿se podrá reconstruir también el dolor inflingido? El suyo y el de tantas otras que no son portada, que siguen siendo invisibles.

Hace quince días escuché unas declaraciones de Eduardo Galeano en la radio. En ellas contaba que hace unos años, en tiempos de la invasión afgana por las tropas rusas, formando parte de un comité de la ONU que recibió a un anciano líder talibán que pedía ayuda para luchar contra la ocupación, uno de los argumentos que esgrimió ante su auditorio fue el siguiente: "Los ocupantes estan corrompiendo a nuestras mujeres: ¡Les están enseñando a leer!" Galeano contaba que después de esto él dejó de escucharle. Pero si no estoy equivocada, algunos no escucharon tampoco su grito desesperado o hicieron oídos sordos a semejante aberración pues el resultado final fue que EEUU y el mundo occidental colaboraron en otorgar el poder a los talibanes. La continuación de la historia es noticia un día sí y otro también ...




No hay comentarios:

Publicar un comentario