lunes, 26 de enero de 2009

Breve historia de los EEUU

Esta breve y simple historia de los EEUU incluida en la película Bowling for Columbine de Michael Moore puede ayudarnos a entender un poco mejor la inmensa emoción de tantos ciudadanos estadounidenses al presenciar cómo un negro juraba su cargo de presidente del país.

sábado, 24 de enero de 2009

Fomentando la paz


"Si luchas contra el terrorismo, se basa en el temor. Si fomentas la paz, se basa en la esperanza. En última instancia, el enemigo real es la ignorancia. La ignorancia engendra odio. Tenemos que tener valor, fe y compromiso para fomentar la paz más que luchar contra el terrorismo."

Greg Mortenson

Greg Mortenson es un montañista estadounidense, militar veterano, que se desempeñó como médico voluntario durante varios años, y tras un fallido intento de escalar el Chogori, segundo pico más alto del mundo, fue socorrido por los pobladores de la aldea de Karacorum, en Pakistán. A partir de "la tercera taza de té" llegó a ser uno más de la comunidad. Entonces decidió hacer algo constructivo en pago de la solidaridad recibida: dedicar sus energías a luchar contra el ostracismo y la ignorancia en tierras donde la educación es un concepto desconocido y donde la mayoría de los niños y niñas crecen alimentados por los prejuicios religiosos, alienados en un mundo marginal, privados de la visión global de un mundo que presume de civilizado y a veces hasta logra convencer de ello. Ocho años antes de los ataques terroristas del 11 de setiembre, Mortenson ya había comenzado la construcción de colegios en Afganistán y Pakistán, para el bienestar de miles de niños -y especialmente de las niñas, tan relegadas, vulneradas en sus derechos y hasta atacadas en su integridad-. Lo hizo atravesando dificultades de todo tipo, personales y financieras. La consigna de Mortison y de su organización, el Instituto de Asia Central, es más bien modesta y apela a la perseverancia con que se logran las grandes metas: "Una escuela por vez". Pero el resultado se ve en miles de niños y niñas a los que la escuela ayuda a construir una perspectiva de futuro más allá de las determinantes culturales y las limitantes heredadas.

Ahora bien, si un hombre, uno solo, con su determinación, pudo ser aceptado a pesar de las reticencias y los resquemores iniciales, llegando a incidir en una cultura tan ancestral como retrógrada, ¿no podrán hacerlo los Estados del mundo mancomunados? Cambiar la mira y enfocar al verdadero enemigo para derrotarlo desde adentro, desde los propios individuos, desde su propia visión del mundo: todo un desafío para Occidente.



Gracias a Rara Avis por darme a conocer esta realidad




viernes, 23 de enero de 2009

Viejos y recientes asedios


En Zaragoza estamos de aniversario. Se cumplen 200 años de lo que se considera el primer asedio brutal a una ciudad de la época “moderna”. Entre las conmemoraciones se ha recordado a los héroes y heroínas defensoras de la ciudad. Pero también se ha recordado el sufrimiento de las gentes sencillas, cuyos nombres no están en los libros de la historia ni en el callejero. Cabe destacar las iniciativas que enlazan el episodio histórico con otras ciudades que, desgraciadamente en tiempos más recientes y hoy mismo, siguen sufriendo cercos similares, por eso la exposición en el Centro de Historia de la ciudad del fotoperiodista Gervasio Sánchez El último asedio: Sarajevo en la memoria es altamente recomendable. “Las guerras no acaban nunca, no son partidos de fútbol que terminan cuando el árbitro toca el silbato” decía el propio Gervasio en la inauguración de su exposición. Los españoles lo sabemos bien, 70 años después del “fin de la guerra civil” todavía hay quien anda buscando a sus muertos y quien no quiere que se encuentren. Gervasio no es un reportero de guerra, tampoco de muerte, es un reportero de vida, de las vidas que se pierden por culpa de esa infamia que es la guerra y de las vidas que sobreviven al horror y tienen que cargar con él toda su existencia. Las fotografías, las palabras de Gervasio son imprescindibles para los que como él quieren saber:

“Sé que uno de los vicios principales de nuestro tiempo es obviar el pasado, rehabilitar las biografías de los prohombres y convertir el mundo en un estercolero declarativo. Sé que hemos claudicado ante la verdad y que las víctimas son condenadas al ostracismo guerra tras guerra. Sé que ninguna historia inventada será capaz nunca de superar la atroz realidad. Sé dónde reside el dolor permanente. Sé que todavía hay centenares de tumbas sin abrir. Sé qué ocurre cada 11 de julio en el cementerio de Potocari cuando miles de mujeres, hombres y niños se reúnen para enterrar a los últimos identificados de Srebrenica. Sé que los huesos de miles de bosnios sin identificar lloran en bolsas de plástico que se agolpan en frigoríficos gigantescos en Tutzla. Sé porque lo he visto con mis propios ojos demasiadas veces. Sé porque quiero saber. Porque la memoria y la conciencia son lo único que me quedan ante la ignominia y la mentira. Ambas heridas pero vivas” Gervasio Sánchez

sábado, 17 de enero de 2009

Banderas palestinas en el Pilar de Zaragoza





Zaragoza queda muy lejos de Gaza, en el otro extremo del Mediterráneo, tierra adentro. Pero la indignación ante la barbaries no entiende de distancias. Ningún terrorismo tiene justificación, menos el que se ceba en los inocentes.

En la manifestación de hoy sorprendía el protagonismo femenino. Había muchas mujeres, muchas de ellas con su cabeza cubierta que pedían (gritaban) con pasión Libertad para Palestina. Era un grito unánime al que yo me adhiero pero eso no me evita pensar en la necesidad de pedir libertad para que las mujeres puedan manifestarse libremente en todos los ámbitos de la sociedad y en todos los países.

Sin embargo hoy, mientras se sigue matando, no es un día para entrar en “matices”.Los muertos no necesitan libertad. Ya nadie puede someterlos.

viernes, 16 de enero de 2009

Siempre hay justos




A este respecto, Moskovitz ha recordado que "Israel desprecia a Hamás precisamente porque no diferencia entre fuerzas militares y población civil", pero que "luego se pueden oír alegaciones como que los civiles palestinos se merecen lo que tienen porque votaron por Hamás". "Los niños no son los culpables. Nos vemos obligados a recordárselo a la opinión pública israelí de que existen normas en la guerra para no convertinos en animales", ha concluido.

Lee la noticia completa en El País 16/01/08

Poesía para empezar el año ...


NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños eres libre (...)

Walt Whitman

jueves, 15 de enero de 2009

De moros y judíos

Una buena canción para escuchar en estos tiempos ... y de un nieto de un judío que cruzó el océano escapando de los nazis

miércoles, 14 de enero de 2009

Amos Oz y las mujeres de las ventanas

La mujer de la ventana

(Discurso del escritor Amos Oz al recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007)

Si adquieres un billete y viajas a otro país, es posible que veas las montañas, los palacios y las plazas, los museos, los paisajes y los enclaves históricos. Si te sonríe la fortuna, quizá tengas la oportunidad de conversar con algunos habitantes del lugar. Luego volverás a casa cargado con un montón de fotografías y de postales.

Pero, si lees una novela, adquieres una entrada a los pasadizos más secretos de otro país y de otro pueblo. La lectura de una novela es una invitación a visitar las casas de otras personas y a conocer sus estancias más íntimas.

Si no eres más que un turista, quizá tengas ocasión de detenerte en una calle, observar una vieja casa del barrio antiguo de la ciudad y ver a una mujer asomada a la ventana. Luego te darás la vuelta y seguirás tu camino.

Pero como lector no sólo observas a la mujer que mira por la ventana, sino que estás con ella, dentro de su habitación, e incluso dentro de su cabeza.

Cuando lees una novela de otro país, se te invita a pasar al salón de otras personas, al cuarto de los niños, al despacho, e incluso al dormitorio. Se te invita a entrar en sus penas secretas, en sus alegrías familiares, en sus sueños.

Y por eso creo en la literatura como puente entre los pueblos. Creo que la curiosidad tiene, de hecho, una dimensión moral. Creo que la capacidad de imaginar al prójimo es un modo de inmunizarse contra el fanatismo. La capacidad de imaginar al prójimo no sólo te convierte en un hombre de negocios más exitoso y en un mejor amante, sino también en una persona más humana.

Parte de la tragedia árabe-judía es la incapacidad de muchos de nosotros, judíos y árabes, de imaginarnos unos a otros. De imaginar realmente los amores, los miedos terribles, la ira, los instintos. Demasiada hostilidad impera entre nosotros y demasiada poca curiosidad.

Los judíos y los árabes tienen algo en común: ambos han sufrido en el pasado bajo la pesada y violenta mano de Europa. Los árabes han sido víctimas del imperialismo, del colonialismo, de la explotación y la humillación. Los judíos han sido víctimas de persecuciones, discriminación, expulsión y, al final, el asesinato de un tercio del pueblo judío.

Cabría suponer que dos víctimas, y sobre todo dos víctimas de un mismo perseguidor, desarrollarían cierta solidaridad entre ellas. Desgraciadamente las cosas no son así, ni en las novelas ni en la vida real. Por el contrario, algunos de los conflictos más terribles son aquellos que se producen entre dos víctimas de un mismo perseguidor. Los dos hijos de un progenitor violento no tienen por qué amarse necesariamente. Con frecuencia ven reflejada el uno en el otro la imagen del cruel progenitor.

Exactamente así es la situación entre judíos y árabes en Oriente Medio: mientras los árabes ven en los israelíes a los nuevos cruzados, la nueva reencarnación de la Europa colonialista, muchos israelíes ven en los árabes la nueva personificación de nuestros perseguidores del pasado: los responsables de los pogroms y los nazis.

Esta realidad impone a Europa una especial responsabilidad en la solución del conflicto árabe-israelí: en lugar de alzar un dedo acusador hacia una u otra de las partes, los europeos deberían mostrar afecto y comprensión y prestar ayuda a ambas partes. Ustedes no tienen por qué seguir eligiendo entre ser pro-israelíes o pro-palestinos. Deben estar a favor de la paz.

La mujer de la ventana puede ser una mujer palestina de Nablus y puede ser una mujer israelí de Tel Aviv. Si desean ayudar a que haya paz entre las dos mujeres de las dos ventanas, les conviene leer más acerca de ellas. Lean novelas, queridos amigos, aprenderán mucho.

Las cosas irían mejor si también cada una de esas dos mujeres leyese acerca de la otra, para saber, al menos, qué hace que la mujer de la otra ventana tenga miedo o esté furiosa, y qué le infunde esperanza.

No he venido esta tarde a decirles que leer libros vaya a cambiar el mundo. Lo que he sugerido es que creo que leer libros es uno de los mejores modos de comprender que, en definitiva, todas las mujeres de todas las ventanas necesitan urgentemente la paz.

Quiero agradecer a los miembros del jurado del premio Príncipe de Asturias que me hayan otorgado este maravilloso Premio. Muchas gracias y mis mejores deseos a todos ustedes. Shalom u-brajá.

AMOS OZ

Traducción del hebreo de Raquel García Lozano

Podéis encontrar el texto íntegro en El País Digital