 Un gran Eastwood que  llena la pantalla una vez más. Y sin necesidad de ser joven, ni galán, ni simpático, ni apasionado, ... Un personaje, un actor, un director, un americano poco convencional para lo que estamos acostumbrados por estos lares. Alguien que sabe contar como nadie historias que hablan de la vida y la muerte, historias como la del viejo Kowalski que se sobrepone a sus propios prejuicios y a su  trayectoria vital para replanteárselo todo. "Nunca se es demasiado viejo para cambiar", afirmaba Clint Eastwood en una reciente entrevista.  Una sola película como Gran Torino justifica y hace imprescindible  la existencia del cine.
Un gran Eastwood que  llena la pantalla una vez más. Y sin necesidad de ser joven, ni galán, ni simpático, ni apasionado, ... Un personaje, un actor, un director, un americano poco convencional para lo que estamos acostumbrados por estos lares. Alguien que sabe contar como nadie historias que hablan de la vida y la muerte, historias como la del viejo Kowalski que se sobrepone a sus propios prejuicios y a su  trayectoria vital para replanteárselo todo. "Nunca se es demasiado viejo para cambiar", afirmaba Clint Eastwood en una reciente entrevista.  Una sola película como Gran Torino justifica y hace imprescindible  la existencia del cine.viernes, 13 de marzo de 2009
Gran Eastwood
 Un gran Eastwood que  llena la pantalla una vez más. Y sin necesidad de ser joven, ni galán, ni simpático, ni apasionado, ... Un personaje, un actor, un director, un americano poco convencional para lo que estamos acostumbrados por estos lares. Alguien que sabe contar como nadie historias que hablan de la vida y la muerte, historias como la del viejo Kowalski que se sobrepone a sus propios prejuicios y a su  trayectoria vital para replanteárselo todo. "Nunca se es demasiado viejo para cambiar", afirmaba Clint Eastwood en una reciente entrevista.  Una sola película como Gran Torino justifica y hace imprescindible  la existencia del cine.
Un gran Eastwood que  llena la pantalla una vez más. Y sin necesidad de ser joven, ni galán, ni simpático, ni apasionado, ... Un personaje, un actor, un director, un americano poco convencional para lo que estamos acostumbrados por estos lares. Alguien que sabe contar como nadie historias que hablan de la vida y la muerte, historias como la del viejo Kowalski que se sobrepone a sus propios prejuicios y a su  trayectoria vital para replanteárselo todo. "Nunca se es demasiado viejo para cambiar", afirmaba Clint Eastwood en una reciente entrevista.  Una sola película como Gran Torino justifica y hace imprescindible  la existencia del cine.
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