FUEGO LIBERADOR
¡Cuánto pesan cuatro papeles!
¡Cuánto lastre pueden llegar a dejar las palabras,
las miradas, los gestos, los silencios, …
Por eso, ayer, cuando los vi arder en la pira de San Juan
mi espalda se sintió aliviada,
liberada de un peso insoportable.
Me he despertado ligera,
feliz, descargada, …
¿Podré mantenerme en este estado hasta el próximo solsticio?
Ese fue mi tácito deseo frente al calor de la hoguera.
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