
Ahora,
cuando llego a la última página del libro y me limpio una lágrima que se derrama como
homenaje al protagonista, Mr. Anónimo, se me ocurre decir que el libro es sobre todo
conmovedor pero también crudo, exquisito, cómico, valiente, pudoroso, impúdico,
sincero, pesadumbroso, misterioso,
tierno, inteligente, amplio, incompleto, denso, ligero, alegre, triste, serio,
desvergonzado, elegante … todo a la vez y
todo a ratos tal y como corresponde
al relato de la vida de este hombre que se nos revela a través del
diario de su
cuerpo, con una fidelidad persistente a su propósito infantil a la vez
que lo traiciona repetidamente pues, aunque él no lo quiera, por los
poros de ese
cuerpo contado se le va colando el alma.
Si
alguna vez fuiste niño, o tal vez adolescente, si eres joven, si ya has entrado
en eso que llaman la madurez, si eres viejo o si tienes algún viejo a tu alrededor
… no puedes dejar de leer este diario. Y nada me gustaría más, tal y como
expresó el propio Daniel Pennac aquella tarde en Zaragoza, que hubiera una mujer
que le copiara y nos regalara un relato
análogo en femenino.
Muy amena tu nota sobre este autor y el cierre con esa recomendación, estaba buscando sobre este libro a raiz de una sugerencia de Valèrie Tasso en su Facebook y pensaba publicar la portada del libro en español ,pues es magnífica y agregar una reseña,por eso comencé a buscar y encontré tu artículo...Si me permites lo citaré con tu nombre e y el enlace al blog ,por cierto al que me he agregado como seguidora ,saludos cordiales ;Pat. voraxlectorablogspot.com.ar
ResponderEliminarHe visitado tu blog y será un honor. Seguiré tus andanzas desde mi ventana. Un saludo, Pilar C.
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